jueves, 22 de septiembre de 2011

A quien creerle?!

Durante los pasados meses, con la llegada de una persona muy especial a mi vida, me he acogido más en la religión que antes. Estoy siendo más sumiso ante la vida, y estoy (creo) tomando la seriedad necesaria para dar un paso adelante en mi vida. Con esta nueva reencontrada religión también han llegado muchas interrogantes nuevas a mi vida, pues considero que lo más importante que tiene la vida de un humano es la búsqueda de la verdad.

Desde niños en la iglesia nos dicen que Dios quiere que seamos felices. Dios es amor. Dios está aquí. Etc.

Que bien y bonito suena eso. Lo que nadie te lee es la letra chica. Dios quiere que seamos felices… siempre y cuando hagamos lo que Él dice…


En este tema podemos estar toda la noche, que si Dios, que si los curas, que si los feligreses, la ofrenda, el diezmo, existe, no existe… hay demasiada tela pa' cortar. Así que yo voy a basar mi escrito en 3 posiciones básicas
1- Dios si existe, no quiero entrar en debates ateístas con nadie.
2- Los líderes de la iglesia dirigen como debe ser. Aunque sabemos que no siempre es así
3- El problema es íntimo y personal (valga la redundancia) entre uno y Dios.

Yo llevo yendo a la iglesia desde muy niño, y siempre me han dicho que hay que conservarse para el matrimonio, es pecado tener sexo pre marital, blablabla. Entiendo muy bien lo que ellos quieren decir, y porqué lo quieren decir. Hay mucho niño en la calle cuidando niño, y verdaderamente al pueblo hay que educarlo en un ámbito moralista-sexual para evitar estos casos y consecuentemente la sobrepoblación. Pero la verdad del caso es que en el mundo en que vivimos no se puede llegar con la ingenuidad de la virginidad al matrimonio, porque con la ingenuidad viene el desconocimiento y con el desconocimiento las sorpresas.

Entonces, tomemos el caso típico puertorriqueño. El nene 'libró la coca' a los 13 con la vecina, y lleva una vida sexual activa desde esa edad. Ya tiene 26 años, y se va a casar con fulanita, una nena 'inteligente, buena, de su casa, de buena familia… en fin, lo que se busca pa' casarse' pero la nena es virgen, y como fue criada en una familia Santa Romana Católica y Apostólica, no sabe NADA de sexo. Entonces llega el momento de la verdad, la nena en su luna de miel, no sabe que esperar, no sabe como complacer, no sabe que tiene que hacer, y lo peor de todo, con el tiempo se niega a aprender, porque 'eso dicen que es malo'.

No estoy apoyando la promiscuidad, solo estoy diciendo que aunque no se practique el deporte, cualquiera que este sea, se deben conocer las reglas. Es la única manera para ganar. Pero Dios quiere que seamos felices, y que esperemos a que nos casemos, y que cuando nos casemos, solo consumamos para reproducirnos, porque si no es así es pecado. POR FAVOR!!!! Como me van a decir que solo puedo estar con mi mujer pa' preñarla?! Querré yo tener un equipo de beisbol en mi familia! Entonces te tienes que confesar con el padre, que metiste con tu mujer por placer, porque sino no puedes comerte la hostia. Yo lo que digo es que aquí los números no me cuadran bien, y que en algún lugar de los 2000 años que tiene la institución de la iglesia, alguien metió una regla demás… Yo creo que si ya te casaste, y te comprometiste a serle fiel a tu pareja, y de amarse en las buenas  y en las malas, y en salud y enfermedad, y en riquezas y pobrezas, pues coño, aunque sea déjame disfrutarme de hacer con mi esposa lo que yo quiera y cuando yo quiera!!!!

Ahora si, vamos al tema caliente de la noche. La homosexualidad. Dios quiere que seamos felices, pero Dios no quiere que 'nos acostemos con un hombre como nos acostamos como una mujer'. Pero si acostarse con un hombre es lo que hace a alguien feliz, porque privarlo de eso? Entonces vivir una vida infeliz, porque estás siguiendo las normas de otro, es lo que me va a llevar a la salvación y a la vida eterna? Y si mi hijo me sale homosexual, yo lo tengo que dejar de querer? Sigo diciendo, solo busco claridad, porque me huele a que alguien tiró reglas demás… Yo no voy a dejar de querer a un hijo mío porque le guste otro chico. Yo le enseñaré a ser una persona de bien, una persona respetuosa y trabajadora, yo le enseñaré a dar el 100% en cada cosa que haga, e igual le enseñaré porqué yo considero que la mujer es la creación más perfecta de la naturaleza, y por la que honestamente creo que existe un Dios que nos ama. Pero nunca NUNCA dejaré de amarlo por su orientación sexual… me sorprenderá? lo más seguro, pero su felicidad significa mucho más para mi.

Hay cosas en esta vida que carecen explicación, y la razón por la cual yo nunca he aceptado mucho la iglesia (todas, no salvo a ninguna en este escrito) es porque me obligan a creer las cosas por fe, por dogmas que no siempre ofrecen la mejor explicación, y yo me rehuso a conformarme con medias verdades, en mi vida impera una curiosidad infinita que me lleva a investigar el porqué de las cosas que me intrigan.  Sean felices… pues la felicidad radica en uno mismo, y en hacer con su vida lo que le apasiona. Sean felices, haciendo bien al prójimo y sin esperar nada o mucho a cambio. Sean felices siendo sencillos en sus vidas, y viviendo a plenitud, con mucho amor y respeto a todos y a todo…