domingo, 24 de octubre de 2010

Cuando ya no estas

que distinta se siente mi cama cuando ya no estas...
y me dejaste sudado, delirante, extasiado, confundido...
pensando en lo surreal que fuiste entre mis sabanas,
y mientras te bañas te extraño, aunque aun ni te has ido
porque se que cuando se abra esa puerta me besaras
en la mejilla, porque no viniste a encender pasiones,
sino viniste a quemar ganas…
y me pregunto donde está ese hombre en mi
que hace y deshace como y cuando quiere,
porque cuando llegas tu, me convierto en un niño,
que en tus senos busca a su madre...
que consigue en tu sexo la cuna de su niñez
…por los 5 segundos que dura su orgasmo
y te vas por esa puerta, con un adiós
que para ti es sincero y para mi es confuso...
y regreso a mi cama, a olerte en mi almohada
a buscarte entre mis sabanas, y solo consigo
el olor a tus jugos y a ceniza de cigarrillo...
y vuelvo a mi vacio, a ser el niño perdido,
y no el hombre que todos me hacen ser...
que distinta se siente mi cama cuando ya no estas,
que triste, y vacía, como mi propio cuerpo,
pues me sacaste el semen del miembro,
pero con el se me fue el corazón del pecho…
y yo como buen masoquista te busco, y te sigo buscando
en mis vasos vacíos,
que alguna vez fueron manantiales
de whiskey y olvido….
en conversaciones bacanas que terminan
dejándome olores distintos, y sensaciones parecidas
te busco en la silla, en la mesa, en el balcon… en ella
te busco y te encuentro en la mirada distante...
indiferente que me confiesa que no me quieres a mi,
sino a lo que sientes dentro de ti cuando me montas…

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