Job

Como el libro de Job. Donde Dios y el demonio se pactan la bondad de su más preciado sirviente. Job fue un hombre próspero, con fortuna, con familia y con salud. Pero el demonio pensaba que el era así de fiel porque Dios lo mantenía protegido. Así que le quitaron todo, su familia, sus riquezas, su salud. Sin embargo, con cada día que pasaba, la fe de Job se hacia más y más fuerte, pues Job sabia que Dios no nos pone peso que no podamos aguantar. Y aunque a veces no veamos la luz al final del túnel, con un poquito de fe, lo que nos espera al atravesar la tormenta, siempre es mejor.

No quiero compararme con Job, ni con su piedad y temor a Dios, porque me falta muchísimo, y puedo rayar en lo hereje. Pero toda esta noche estuve con el libro de Job en la mente, y cada vez que me despertaba las letras me llamaban. Y es que no puedo dejar de pensar en una similitud, así sea lejana, entre su historia y la mía. Job lo tenia todo, y su fe estaba intacta. Yo he encontrado lo que necesito, y a quien me ha devuelto la fe. Dios y el demonio hicieron una apuesta por la fe de Job, resultando en que Dios, estando tan seguro de la fe de Job, accediera a permitirle al enemigo a quitarle todo para probarlo. Así mismo siento que me arrebatan de mis manos la fuente de la mayor felicidad que he sentido en mucho, mucho tiempo. Pero como no nos hacen cargar más peso del que podemos, tengo fe de que al final del camino, la luz brilla con más claridad. Y que al igual que Job, y al final de su prueba, la recompensa fue grande, y fue grata, y fue un símbolo de premiación por no dar rodilla a doblar ante la tempestad que lo abatía. Así mismo me toca a mi recoger fuerzas y fe, para luchar por lo que quiero, que es el amor de esa nena.

Ya el primer capítulo de mi historia con ella está llegando a su fin. Cierra el 18 de febrero con su despedida. De ahí entonces me toca escribir el segundo capítulo de esta increíble historia de amor. Ese capítulo se llamará sacrificio… Viejito, ampárame, dame fuerzas para sobrellevar esta prueba, solo si así es tu voluntad. Amen